Aunque su uso queda restringido casi exclusivamente a las madres, es un vocablo intensamente apadrinado en la Red y aparece hasta en las tablas de conjugación y traductores de idiomas on line. Incluso hay quien lo utiliza como usuario en Twitter.
Curiosamente, en La Rioja “espurrir” significa lanzar eructos o ventosidades, más acorde con la cuarta acepción del diccionario, según la cual deriva del latín asperguere y significa “rociar con un líquido expelido por la boca”.
En Brime de Sog espurren las plantas y las personas, que también “medran”, pero casi nunca “crecen”. Mi cilantro, el pobre, ni espurre, ni medra, ni crece. Será que no está en Brime...